Por: Federación Mujeres Progresistas Cuando creíamos ir saliendo poco a poco de la crisis sociosanitaria y económica provocada por la COVID-19 y a pesar de todas las consecuencias producidas en las personas más vulnerables y en especial en las mujeres, otros terribles golpes nos azotan. La ocupación talibán en Afganistán y la guerra en Ucrania vienen a sumar nuevas y terribles discriminaciones a la población civil, con millones de mujeres desplazadas y violentadas, acompañadas de sus hijos e hijas. Estamos viviendo momentos convulsos a nivel internacional, donde no se puede titubear ni un segundo en la puesta en marcha de medidas para frenar las terribles consecuencias que pueden producirse en materia de igualdad. La eliminación de la violencia hacia las mujeres en todas sus diferentes formas, es sin duda, la máxima reivindicación en este 8 de marzo de 2022, en el que vemos que las desigualdades, lejos de acortarse, continúan en preocupante aumento. La mirada global a lo que ocurre en todo el planeta no hace de este Día Internacional de las Mujeres el más esperanzador de los últimos años. 165 años después de la marcha de centenares de trabajadoras por las calles de Nueva York para reclamar condiciones de trabajo dignas, seguimos en las calles reclamando justicia y derechos para las mujeres, aquí y fuera de nuestras fronteras. Desde la Federación de Mujeres Progresistas constatamos un grave retroceso en las desigualdades sufridas por las mujeres y por ello exigimos este 8M la eliminación de los feminicidios y de cualquier forma de violencia machista, en especial la violencia sexual, la abolición de la prostitución y la explotación reproductiva del cuerpo de las mujeres. Exigimos empleos dignos y estables para las mujeres, acabar con la precariedad laboral, la brecha salarial y de las pensiones, y por tanto poner fin a la feminización de la pobreza. Así, una educación plena en igualdad para desenmascarar todas y cada una de las actitudes machistas que perduran en nuestras vidas, y un sistema de cuidados que corresponsabilice a todas las partes para acabar con las desigualdades laborales más acuciantes, siguen siendo nuestras principales guías para cumplir con la tan necesaria agenda feminista. Así mismo reiteramos nuestro firme compromiso como movimiento civil organizado y cohesionado de trabajar duramente para que todas las discriminaciones que sufren las mujeres por el hecho de serlo, sean acortadas o eliminadas. En este año donde se cumplen 35 desde nuestra creación, la FMP no flaqueará ni un ápice en sus esfuerzos de ser altavoz feminista y motor de cambio hacia una sociedad igualitaria, más libre y justa para todas las personas. En este #8M y siempre, #NiUnPasoAtrás